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martes, 15 de abril de 2014

BONITO MIRLO CAPIBLANCO (TURDUS TORQUATUS)


La tarde de lunes dia 14,  he salido a dar una vuelta a las Sierras de los Arrazauces (Quintana de la Serena), en compañía de mi buen amigo Agustín Sanabria y nos hemos llevado una grata sorpresa en poder localizar a este bonito macho de Mirlo Capiblanco (Turdus Torquatus), estaba bastante confiado y muy cantarín. La hembra estaba a unos 50m. del macho.
















Detallo un poco las Características generales de esta especie:


Debido a los contornos claros de las plumas, tiene un aspecto escamoso. El macho tiene un collar blanco en el pecho y la hembra blanco grisáceo, más estrecho.

Saltan por el suelo. Los jóvenes, cuando han realizado sus primeros vuelos, se parecen a los jóvenes zorzales reales. Mudan su plumaje entre agosto y septiembre, después de lo cual se asemejan a la hembra, a pesar de que su coloración global sea más clara y el collar del pecho esté sólo insinuado.

De tamaño algo menor que el mirlo común, tiene una longitud de 24 cm. y una envergadura de 38-42cm.

Hábitat

En los Alpes ocupa bosques claros, sobre todo entre 1.400 y 1.700 metros de altitud; también en la zona de brezos y enebros. En plena Selva Negra vive en los primitivos bosques montañosos tapizados de líquenes. En los bosques nórdicos de coníferas, en los bosques pantanosos y al norte del límite del arbolado, ya en la tundra.

Durante la época de los glaciares el mirlo capiblanco habitaba la mayor parte de Europa. Al aumentar la temperatura, emigró hacia el norte por un lado, y por otro, hacia las altas montañas, en donde se encuentra confinado. En este tiempo se han diferenciado diversas razas en sus áreas de distribución.

En nuestra península, cría sólo en la alta montaña pirenaica y, mucho más escaso, en algunos puertos a caballo entre Asturias y León. La mínima población cantábrica habita páramos elevados; dentro de su territorio, suelen existir casi siempre resaltes rocosos o antiguas tapias medio destruidas.

Invernan muy numerosos en los pinares altos de las sierras de Cazorla y Segura, y también en otros macizos del este y sur; gustan de parajes abiertos con enebros y claros herbáceos, donde coincide con los rebaños de cabras monteses.

Las aves que cruzan el Mediterráneo tienen sus cuarteles de invierno en los bosques de cedros y las manchas arbustivas abiertas de la cordillera del Atlas, sin aventurarse hacia el desierto.

Aqui en Extremadura está catalogado como de Interes Especial.


Reproducción

Su canto es parecido al del mirlo común, pero de menor sonoridad, menos variado y más corto. Hace una especie de "chac-chac-chac". El mirlo capiblanco construye un típico nido en pinares, normalmente bajo, rara vez por encima de los 2 metros; más al norte del límite del arbolado, lo sitúa en el suelo. En nuestra Península nidifican en los Pirineos e invernan en las montañas del centro y del sur.

La época de cría es desde abril hasta junio. Con frecuencia ponen dos nidadas. Ambos sexos construyen el nido, lo suelen hacer en el suelo, riscos, edificios o arbustos.Normalmente consisten en 4 huevos azulados, a veces 5, que son incubados durante 14 días. Los polluelos están en el nido otros 14 días. Que son alimentados por ambos pables.

Dieta

Se alimenta de gusanos, insectos, caracoles y pequeñas lagartijas. En otoño e invierno come bayas y consumen muchas enebrinas, pero también rebusca entre la hojarasca lombrices y caracoles en letargo.



3 comentarios:

  1. Interesante observación, probablemente de aves en paso migratorio, pero no obstante no dejes de revisarlo.

    Saludos

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  2. Enhorabuena por este estupendo avistamiento. Nosotros hemos buscado a este pájaro con ahinco en las montañas de Escocia y Gales y la tundra de Noruega, y nada. Verlo así posado en una encina en flor parece rarísimo! Vi mi último hace 40 años en las Islas Shetland!!

    Saludos veratos

    Dave & Sam

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  3. Qué curioso resulta ver este precioso pájaro posado sobre una encina florecida! Interesante cita y una suerte poder disfrutar del mirlo capiblanco y de su canto! Creo que se cuentan con los dedos de la mano las veces que lo he visto....y me sobran dedos! El primero fue en la Sierra de Alor (Olivenza) hace más de 10 años, que lo recuerdo como si fuera ayer! Un abrazo!

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